lunes, 18 de enero de 2016

Reencuentro con las Jaras



He tenido que narrar entradas difíciles, pero creo que ninguna he empezado y borrado tantas veces como esta. El sábado fue un día grande, cargado de emociones difíciles muy difíciles de plasmar en unas cuantas líneas.

Todos saben cuánto lo he echado en falta, como necesitaba irme a dormir mirando de reojo mis zahones,  como echaba de menos ese mensaje que dice “mañana te recojo en la esquina”, como necesitaba esa conversación animada por ladridos inquietos a los pies de una candela…
El sábado tubo el cuerpo su merecido olor a cuero y monte, en un enclave de la sierra Cordobesa que es imposible  describir, pues la palabra hermosa se queda corta,  “Puerto del Toro“ en Villanueva del Rey. Si una tiene ganas de volver y encima lo hace en un rincón así… algo se vuelve a despertar en el alma.

La llegada a esa entrada del camino, donde se amontonan furgones y remolques, donde recibí tantos abrazos no forzados, tantas sonrisas y sobre todo, donde recibí ese calor que yo también echaba de menos. Pedro Peral, Paco Cano con su Ángela, Madueño, Armenta… tantos nombres, tantas caras, tantos amigos reunidos por una misma pasión. 

La espera hasta que dan la orden de salida, se hace excesivamente corta, podríamos pasarnos horas, entre lances, agarres, primeros pasos… esa charla que nos templa los nervios antes de pisar el monte, esos roscos del amigo Paco, esos abrazos de mi Super Ángela, cuando queremos darnos cuenta se da la orden de salida, cada cual a su suelta, señores…esto comienza.

El furgón con Pablo ha cogido una música diferente, los nervios no lo callan, te cuenta, te mira, te sonríe y ves en él las ganas que dan la inocencia, en ese momento es cuando pienso…que bonito seria que esto no se perdiera que esa ilusión no se quemara y apagase… 

La suelta nos sorprende cazando junto a Armenta, Borrego y Peral, era solera la que andaba por aquellas jaras, complicada la subida no tardan en dar los punteros con los primeros guarros, nos arrancan una buena carrera que sumado al pecho que nos toca subir, nos dejan sin aliento, el nerviosismo, la fuerza con la se sale, nos enseña que será un día en el que las horas parezcan segundos.
Mi memoria ha perdido la cuenta de los guarros que salieron en aquella solana, la finca nos dejó disfrutar del cazar de nuestros valientes, por dos veces note como casi se me escapo de entre los labios un “vamos Tobías” que me apretó un nudo en la garganta, cuando dábamos vista a uno de los lomeretes donde se atrancaron con una marrana, ese sonido de ladrido, esa lucha entre iguales, mi atravesado lo hubiese dado todo allí, lo eche de menos, lo llame en silencio, de alguna forma (llamadme ñoña) lo tuve conmigo.

El transcurrir por las jaras fue un regalo para los sentidos, no vi pasar las horas, los perros no cesaban y a nosotros nos faltaban manos para señalar “allí , “aquí”, “cuidado” … al encuentro con la otra suelta, me sorprendió la silueta de Paco y Ángela en la lejanía, padre e hija, disfrutando de un día de ladras, no existe sin duda mejor sensación, ser testigo de ese instante emociona y hace que la colección de momentos aumente…. 

Para mi sorpresa, sentí que vino a saludarme su viejo atravesado, ese que luego los hiciera esperar en la suelta su regreso, con paso lento me regalo una dulce caricia de bienvenida…

Pasó demasiado rápido el día, en un abrir y cerrar de ojos estábamos contando collares cargando en el furgón. No tenía ganas de desprenderme de los zahones, me sorprendió la reacción de mis valientes, ellos tampoco olvidan, a ellos también se les graba nuestro olor y el sonido de nuestra voz, ellos también tienen memoria de suelta, memoria de ratos de monte… cuando Rayo se paró a mi lado y dio con su cabeza en mis rodillas, lo sentí como “hola colegui. Ya era hora de que volvieras”   ya comente con Adolfo que mis Zahones seguían oliendo a ellos.

De mi garganta sonó el primer “vamos “de una forma en la que iba mi aliento y mis ganas, me sentí libre, como llevaba tiempo sin sentirme, el olor a jara en mis manos, el dolor en las piernas cuando las horas de pasos firmes avanzan, me olvide del mundo, existía a mi alrededor, compañeros, ladras y jaras…. El mundo no se detuvo, giro a un ritmo frenético y en lugar de marearme, lo que consiguió es volver a enamorarme.

Hemos cambiado, hemos crecido, y para nuestra suerte hemos madurado en esto del andar por las jaras, pero la esencia, sigue siendo la misma. La cara afable de mi compañero Adolfo, la inquietud de la inocencia de su hijo Pablo, y mi manía romántica de mirar las ladras como la música más romántica que unos oídos pueden escuchar… todo esto hace que esta suelta no fuese una más, esta suelta fue La Suelta, la esperada, la del regreso, la de las ganas…. Cierto es que nunca me fui del todo, pero he regresado a mis compañeros con más ganas que el día que os dije “hasta Pronto”.

Se apagó el día, tuve que soltar de mi cintura el abrazo furtivo de mis zahones, las miradas con Adolfo nunca han necesitado palabras, siempre nos hemos entendido quizá por eso somos Compañeros, quizá por eso él mejor que nadie sabe cuánto disfrute el sábado.

De nuevo rumbo a NavaObejo, de nuevo el adiós a los Luis’s participes de esta magia. Sigo con resaca de monte, muchas veces he escuchado, aquello de que cuando lo que vives es intenso, se te graba en la memoria, para mí la Suelta del “puerto del Toro” no creo que se borre, pues volví a reencontrarme con la pasión que transmiten las caricias de las jaras…

Señor@s hoy mas que nunca…. Con Ganas de Más….

P.D. pedir disculpas al que entró hoy a leer, ladras, agarres, sangre y pólvora... pues el corazon no me deja contar más, el corazón solo me deja recordar que "quien se fue sin ser echado, vuelve sin ser llamado"  ... esta entrada es para tod@s ellos, los que me esperan con una sonrisa, un abrazo,una caricia, una ladra...... Gracias, no hay mejor sensacion que la del reencuentro. Me quedan abrazos pendientes¡¡

miércoles, 13 de enero de 2016

Ganas de mas



He dudado y renegado, lo admito…. Encerré los zahones junto a mi cuchillo en un rincón y cuando lo hice les dije “no sé cuándo nos volveremos a ver amigos”

Dolorosa y difícil decisión pero a la vez satisfactoria, meditada, necesitaba un descanso, no de jaras y de arrollones, necesitaba una limpieza, ordenar ideas, valorar momentos, situaciones… cuan complicado se vuelve el mundo. Puedo llamarlo retiro espiritual ¿? ( noooo a tanto no llega) Parentesis esos si, la mente y el corazón me pedían respirar hondo, asimilar, memorizar… como en toda historia de amor que se precie necesitaba reencontrarme con esos ojos que me cautivaron, recordar el porque de este amor por las jaras, necesitaba poner distancia para aprender a valorar….

Igual que decidí guardarlos ayer fue un día bonito, volví a notarlos entre mis brazos, los saque de su letargo, los bañe en su grasa y volví a notar en mis manos el tacto del cuero curtido… los volví a sentir, los volví a oler…mis zahones… ellos que tantas historias tienen vividas y tantas les quedan por protagonizar.

Se pierden los días en que Adolfo y el “pequeño” Pablo me han llamado, me han escrito… “Ana venga…mañana…venga…” los Luise’s… “ venga Anita”  y así un día, y otro… y por fin, tiene hora el despertar del Sábado, por mí, por ellos… porque nuestros sentidos se lo merecen y porque tengo que reconocer que los Echo de Menos…

Necesitaba este periodo de “desintoxicación” he aprendido nuevos valores, he conocido nuevos rincones, el despertador ha seguido sonando, pero … suena tan diferente cuando el amanecer va a oler a perro..

Por fin… Dios Mediante…. Desde hoy estamos contando los días, estamos contando las horas,  Se ve venir un sábado de los de jara y caracola,  necesidad de sentir el abrazo de mis zahones, la caricia de mi cuchillo en la cintura… hoy más que nunca….Ganas de más ¡¡¡¡