jueves, 14 de diciembre de 2017

El 4 del canal


Arrancamos  una mañana más,dispuestos a conocer un nuevo rincon, bien recomendados ponemos rumbo hacia la localidad de “El Centenillo”, si una palabra puede definir este rincon es Mágico. Hay un algo especial en él, conquista la sierra que lo arropa.

No pudimos asistir al sorteo la tarde noche anterior ( ese sorteo que tan de moda esta, en lugares será sin duda para una mejor organización y salida, pero en esta aun me pregunto el motivo) confiamos en la mano inocente de esta sociedad de cazadores, pues a fin de cuentas acudimos a una montería de mata y cuelga, donde el principal interés es disfrutar de una jornada en un nuevo lugar, como nos gusta a la casa Fernandez-Marmolejo, sin ansias por cazar pues para nosotros la caza es otra cosa.


Sin embargo, las expectativas eran buenas, mata y cuelga, con 15 ciervas que se sorteaban ( gracias que no nos tocó ninguna, pues a mi no me gusta cazarlas aunque entienda que en algunos lugares sea necesario) dicho esto llegamos a la hora citada, donde nos dieron nuestro sobre, con la indicación pertinente de que solo 2 armas por postura, y migas… ( bueno migas… pan frito con rábano y aceitunas) pero migas , migas, migas es lo que nos esperaba durante el día.
Estábamos acompañados por 5 cazadores más, mi ojos claros y yo pusimos rumbo hacia el puesto que la suerte nos había dejado caer, dejando a nuestros compañeros a su suerte.
nuestra armada en una pista en la que los puestos iban a pie dejando los coches a la entrada, sin palabras, simplemente precioso aquel rincon rodeados de ruinas de minas por las que se deja caer por su peso el agua dando nombre a nuestra armada. Para mi sorpresa el postor indica con estas palabras “ tener cuidado porque justo hay termina una armada de invitación, donde se aposta el sargento” yo creo que mi mente se fue a la época de la posguerra donde el apelativo de “El Sargento” suena a título nobiliario. Mi respuesta fue clara “ tendrá cuidado el sargento sabiendo que estoy yo aquí no ¿? "
Justo cuando nos acabamos de instalar en nuestra postura, pasan dos coches por la pista ( el presidente de la sociedad y el alcalde nos informarían después que eran, se ve que ellos si podian pasar con sus respectivos coches...…. )
una mañana fría donde el sol no nos daba en los pies, un puesto con unas vistas preciosas, y tiros… muchos tiros en el puesto del sargento, a caño abierto ( supongo que a él le debieron de tocar las 15 ciervas que se sorteaban) pero algo me hizo dudar, cuando el puesto número 3 de nuestra armada también rompía a disparos ( se ve que tambien tenian 15 ciervas) así transcurrimos la mañana, hasta que victimas del miedo y la vergüenza mi rubio grito eso de “ vale ya no ¿? “ y un silencio se hizo dueño de nuestra armada.

Al recoger la postura dando por finalizada a esto que algunos llaman montería, el puesto número 3 ( curioso 3 con 3 ocupantes con 3 armas) que nos indican que solo han tirado un guarro que han fallado, silencio se adueña de nuestra conversación, pues ni a mi rubio ni a mi nos engañó la vista, cuando vimos en la espesura del pinar perderse una cierva herida, dato que al hacerslo saber nos dijeron eso de  "pues para los buitres"…  al llegar a los coches, me alegró descubrir que nosotros no éramos los únicos ofendidos, de Lucena creo recordar que eran los que  iban maldiciendo también al cielo el haber llegado a aquel rincon, curioso que tampoco pudiesen ir ellos al sorteo la tarde anterior, tantas cosas curiosas en tan poco espacio, tanto resquemor y tan poco sabor a montería.
Llegamos a la comida donde nos sorprende la pipirrana y la caldereta de borrego contada vaya a ser que comamos de más, con una junta de carnes que ronda lo inhumano, con ciervas tiradas a la puerta de una pequeña cochera donde se les sacan las tripas, con tanto desorden y mal ambiente, las ganas de abandonar aquel lugar y no volver aumenta. En mis ojos siguen las cuentas de ciervas, y ... bueno... que estaban muy repartidas...

Me fui del Centenillo, con la pena de ver como la pasión por la Monteria y el buen hacer pierde su nombre, como brilla por su ausencia la organizacion y prima el egoismo y las malas formas. No soy quien para dar consejos, pero en esta ocasion tengo que hacerlo por si llego a alguno de los que alli forman parte. Teneis un lugar privilegiado, disponeis de todo para hacer las cosas bien, no sigais por esa vereda pues lleva a un precipicio, con poco y con humildad se pueden hacer las cosas muy bien.

Cada vez que uno sale al monte vuelve con una leccion aprendida, la mia en esta ocasion esta clara, no quiero dejar que se pierda mi escuela esa que trasmite valores, no quiero dejar que "mata bichos" y "pega tiros" sigan campando a sus anchas contando lo bien que lo pasaron en lo que para ellos fue una Monteria cuando llamarla asi es hablar muy por encima de sus posibilidades... ojala cambieis todo lo que se debe cambiar para que acudir a aquel rincon sea un placer y no una pesadilla...

Siempre hay que quedarse con algo bueno del dia, para mi fue sin duda las personas que me rodearon, Alberto y su sobrino, Juan con su padre y su tio, mi ojos claros... que importante es la compañia para poder darte cuenta que la caza es algo mas, que  hoy en dia cualquiera que sale al campo con los papeles en regla es llamado cazador, que bajo se otorga este titulo¡¡
Menos mal que la compañia en el mundo de la caza, es de la familia que se elige....

siempre con ganas de mas....

p.d. No dejeis de visitar el Centenillo









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